domingo, 3 de febrero de 2013

Devuelve las lágrimas que me has robado.

 Una mañana, no recuerdo cuanto tiempo ha, te colaste en mi vida sin pedir permiso. Cuando me quise dar cuenta, estabas instalada en lo más profundo de mis entrañas...Ya no miraba con mis ojos,eran los tuyos los que me guiaban, no escuchaba nada que no quisieras escuchar, no podía tomar una decisión sin tenerte presente en cada momento...no podía.
 Hoy deseo que te vayas igual que entraste, sin avisar, sin aspavientos,sin una voz más alta que otra, sin un mal gesto ni una mala palabra. No quiero llantos, porque eso significaría que a alguien le dolería lo que esta pasando y, sinceramente, no hay nada que desee más en este momento que olvidarte.
 No intentes convencerme haciéndome sentir solo, vacío, inerte...eso no te volverá a funcionar...al menos conmigo. Es mucho tiempo el que he invertido en comprender porque eras mi compañera de viaje y, si algo he sacado en claro es que nunca debiste serlo, nunca me aportaste nada que no fuese dolor e incapacidad....
 ¿Duele lo que lees? Más me duele a mí sentirte cerca, maldita Soledad, (ya has conseguido lo que no quería,nombrarte, pero te aseguro que esta será la ultima vez)...
 Y no te molestes en volver, disfrazada de otras, porque mientras exista el mañana, simplemente serás algo pasajero, alguien con quien te cruzas por la calle, alguien con quien pasas unas horas pero que al oscurecer el día duerme alejada de mí...Nunca volverás a ver una puerta abierta, nunca volverás a mi vida mientras sea ...mi vida.
 

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