jueves, 13 de junio de 2013

La felicidad.


Una mañana un niño salió de su casa llevando en una de sus manos una pequeña cajita. Rápidamente cruzó la calle y entró en la panadería donde su madre todas las mañanas compraba pan y esos dulces que a él tanto le gustaban. Subiéndose a una caja vacía preguntó: "Perdone señor, estoy buscando la felicidad, ¿sabe donde esta?", el panadero quedó asombrado ante tal pregunta y no pudo responder así que el niño se fue de allí alicaído.
Pero no se rindió y recordó que su padre estaría en la taberna que había al final de la avenida, fue a buscarlo y al llegar allí le pregunto:"Papa estoy buscando la felicidad,¿sabes donde esta?;obtuvo la misma respuesta que en la panadería, ninguna, así que se fue con los ojos húmedos, preguntándose como era posible que ni su padre supiera donde se encontraba.
Pasó el día de tienda en tienda, de portal en portal, preguntando a hombres y mujeres que paseaban por su barrio y, todas las respuestas eran la misma: Silencio...,nada, como mucho un tímido "no sé". Derrotado por la caída del día el niño llegó a su casa sin aliento, sin ilusión,pensando que nunca sería feliz ya que no podía encontrar el lugar donde tan apreciado estado se encontraba, pensó que a partir de ese día su vida no sería nunca igual, era como si le faltase algo.
Cenó sin decir ni media palabra, se puso su pijama y se dirigió a la cama a descansar, pero antes recordó su cajita, la abrió y automáticamente una sonrisa se dibujo en su cara, solo en ese momento se dio cuenta que la felicidad está donde cada uno quiere que esté, que no hay que buscarla ella sola nos encuentra y reside en lo más insignificante. Entonces sintió pena por su padre que horas antes no supo contestarle, bajo corriendo la escalera y le dio un beso, justo en ese momento su padre dijo: "Aquí esta la felicidad".

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