jueves, 6 de junio de 2013

Exiliado en el lavabo.

Despierto  sumido en la más profunda oscuridad, empapado en un sudor frío,  sudor que lastra mi cuerpo y dificulta mi incorporación....tembloroso enciendo la luz, no sé que rostro me puedo encontrar en el espejo...¿Me sorprenderá el rostro desencajado del recuerdo? o ¿me saludará la cara de la esperanza?... ¡Da igual!, cualquiera de los dos rostros provocan en mí una terrible sensación de pánico...Por primera vez, me doy cuenta que temo tanto a la vida como al no estar vivo. Macabra situación a la que debo hacer frente y de la que no puedo huir como hacía antaño pero incluso siendo consciente de ello intento zafarme de la realidad. Mi cabeza se nubla, no entiendo de sentimientos, no reconozco tu voz y tus brazos ya no me ofrecen esa tregua tan ansiada.
  No llego a entender tal ataque de locura y corro, corro sin dirección a buscar cobijo, a esconderme de todos...Abro esa puerta secreta que solo yo soy capaz de encontrar, busco en mi cajita de recuerdos y,...allí te veo....sonriente, posando en cada foto, siendo el centro de atención, robándome el protagonismo que merezco...desplazándome cada vez más a una esquina de la habitación...
  Receloso, continuo mirando las fotos, un nudo en la garganta amenaza con no dejar pasar el más mínimo halo de aire a mi interior, no me veo pero tengo la sensación de haber palidecido rápidamente...Al llegar a la última foto mis temores se confirman...me busco, miro con atención para ubicarme en aquellos recuerdos y...estaba en el baño....

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