Es lo más cerca que estaré de ti y por ello muero de pena y odio. Dicen que los sueños se cumplen y más en estas fechas, lo siento no me lo creo, no creo si quiera que llegues a saber que una vez te escribí para decirte adiós antes de saludarte, dudo que tu corazón sea capaz de dejar su orgullo a un lado, dudo de todo, dudo de ti y lo más jodido es que empiezo a dudar de mí.
Me levanto cada mañana persiguiendo tu sombra y nunca la alcanzo y, en las pocas ocasiones que he estado a punto de conseguirlo el sol se esconde entre las nubes y borra tu silueta de un plumazo...
Ya no eres esa sonrisa que llevarme a la cama y mucho menos la letra de esa canción que me saca un suspiro eterno.
Ahora eres llanto, dolor y odio a partes iguales. Por eso, agacho la cabeza, recojo mis cosas y sin despedirme de ti prometo no volver a mencionar tu nombre, desearte y mucho menos soñarte.
Tenía miedo a un mundo sin ti y ahora tengo miedo de un mundo contigo. Mis ojos volverán a mirar al suelo para no tropezar de nuevo con las miradas mentirosas de los tuyos y no volver a soñar despiertos como mal acostumbran.
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