domingo, 14 de abril de 2013

Cuando el amor golpea.





 Sus ojos habían dicho basta, se abrieron repentinamente liberándola de aquel mal sueño y dejando aflorar las lágrimas que durante la noche habían inundado su corazón. Aquella sensación al despertar le había hecho darse cuenta que la realidad no era como ella imaginaba. Nunca se había parado a mirarse frente al espejo por miedo a que sus ojos, en otros tiempos vivos y soñadores, le hiciesen darse cuenta de la mentira en que vivía.  Por primera vez en mucho tiempo era consciente que su vida no podía seguir siendo como hasta ahora,necesitaba un cambio pero se sentía incapaz, el miedo le atenazaba y la valentía y el amor propio hace años que la abandonaron.
  Necesitaba saber que en algún momento de su pasado él la quiso, quería sentirse como la chica de las canciones, como la protagonista de un cuento...y para ello debía marchar hacia su final feliz.Pero esto nunca pasaría...Ese final feliz estaba cada vez más lejos y, una parte de ella lo sabía.
  Cada vez eran más frecuentes sus visitas, en esos momentos se relajaba y por fin se mostraba natural.Conmigo no tenía miedo, siempre me tuvo y siempre lo supo, podía huir de sus fantasmas sin temor a ser abandonada ante ellos...Hacía mucho tiempo que cuando me hablaba de él ya no sonreía, pero  seguía empecinada en hacer todo lo necesario para satisfacerlo, ya no sabía lo que era la dignidad, el amor propio, el respeto...Estaba tan ciega que nunca descubrió que con cada relato suyo afloraba en mi frente una arruga y mis ojos se escondían tras un mar de ojeras. Mi corazón la amaba, mis manos la deseaban y mi boca la nombraba en silencio. Sin embargo nunca lo sabría, seguiría luchando en una guerra que tenía perdida por no haberse cobijado a tiempo en mi trinchera. ¡No la culpo!, ¡no la odio!, no puedo, todos sabemos que el corazón no entiende de razones ni de lógica.
 Ayer, él la esperaba detrás de la puerta para recibirla entre gritos y golpes, uno tras uno sus sueños se esfumaban, su vida se apagaba y sus lágrimas la ahogaban, pero incluso en estos momentos, pensaba que saldría indemne, pero por desgracia esta vez no iba a ser así.
  Su príncipe se había convertido en un monstruo carente de sentimientos que en lugar de rosas a la cama le llevaba las espinas más afiladas que podía encontrar. El castillo en que se desarrollaba su sueño pasó a ser la prisión más tenebrosa que jamás había sido descrita y ni todo el oro del mundo le salvaría de cumplir condena en ella...Fue juzgada, condenada y ajusticiada por la misma persona que en otro momento le prometió ser el guardián de sus días, protegiéndola de los peligros que le acechaban en este mundo, sin darse cuenta que el mayor peligro al que estuvo expuesta era su propio custodio...ese que hoy, protegía con celo la urna donde reposaba el corazón de la joven y todos sus sentimientos.
   Su único delito, el de amar a alguien más que a su propia vida....

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