jueves, 14 de abril de 2016

Silencio y miedo.

Silencio. Lúgubre y profundo silencio que despierta los mayores miedos a los que jamás te hayas enfrentado. Silencio que duele y atormenta.
Sombra de un alma gris, oscura y decadente que busca ser aquello que nunca será.
Pensamientos lentos e inacabados, deseos inertes que se pierden en el limbo de los quizás.
Sueños desperdiciados, anhelos imposibles que martirizan y duelen. Heridas abiertas que nunca cicatrizan y sangran hasta hacer perder el conocimiento.
 Pasos nostálgicos que llevan al punto de partida y provocan un huracán de furia y rabia. 
 Lágrimas prisioneras de un corazón de hierro, de un alma desolado y sombrío. Cautivas de un ser incapaz de amar y de unos ojos cerrados a cal y canto.
Labios petrificados y gélidos incapaces de cumplir con su único cometido, besarte y decirte aquello que esperas.
Manos temblorosas al acercase a su destino, manos rudas incapaces de dedicarte una caricia.
Nuevos fantasmas que evocan a los antiguos y generan un pavor irracional.
Mentiras que nunca serán verdades por mucho que las disfraces.y las adornes con buenas palabras.
Silencio, lúgubre y profundo silencio (duele, atormenta y mata).

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